Esta distinción le obliga a mantener unos niveles de innovación y calidad permanentes.
Ana Gago y Eduardo Pardo son los responsables de que cualquier día del año puedas degustar la cocina tradicional gallega, en un ambiente muy agradable y acogedor.
Os diré que yo pensaba que los restaurantes de este nivel eran extremadamente refinados y podría sentirme incómoda y me llevé una grata sorpresa, por el trato amabilísímo del personal de sala, y lo atentos que son cuando le preguntas sobre cualquier tema que despierte tu interés.
En la foto podéis ver : croqueta de cigalas ( una bechamel suave, suave ), atadito de pasta brick relleno de langostinos ( muy crujiente ), zamburiña al horno ( en su punto con un toque doradito y jugosa),
dos mini-tostas y un salpicón de rape...
Seguimos con unos chipirones encebollados, con una salsa para mojar sopas de pan hasta que no quede nada en el plato...
Solomillo de buey tostado por fuera y rosado por dentro, acompañado con un puré, que más bien parecía una crema de patata y unos champiñones, todo ello mezclado con el propio jugo de la carne...yo no como carne (no soy vegetariana, ya lo he comentado alguna vez en mi blog) pero probé el solomillo y me asombré de lo tierno que estaba...la salsa mmm !!
Los postres!
Chupito de frutas del bosque con nata, milhojas de nata y crema pastelera, petit choux, bombón de chocolate y te verde, tarta de santiago, torrija, bolita de helado de vainilla con peta-zetas de chocolate.... yo no sabría decir cual me gusto más.
Me pareció una idea genial que nos sirvieran este variado, porque me gusta tomar postre después de la comida y probar un poquito de cada cosa...Genial!
Nos vemos !
Lali
